35... Sin rima, por favor...

Cuando una llega a esa cifra (dentro de los treinta) en la que la rima fácil está a flor de labio... y en la que se está a medio camino (ni pa allá ni pa acá) entre los 30 y los 40, como es mi caso hoy... Puede ser que a una (a mí, vamos) le de por filosofar...

Mira que yo no soy mucho de hacer balances... pero hoy me ha dao por ahí... Es como si estuviera escalando una montaña y hubiera llegado a una altura (considerable) como pa que, echando un vistazo abajo, pueda ver las cosas con cierta perspectiva...

Me gusta lo que veo... así en general y sin pararme en detalles, me gusta, estoy contenta... Por supuesto, ya no me acuerdo de lo que me costó llegar hasta aquí... bueno sí, unos 35 años más o menos y muuucha paciencia... Cuando nací (Sicilia, 1812) fui la niña deseada (todavía me gusta pensar que sigo siendo “deseada” jajajajaja)... primera hija, primera nieta, primera sobrina (exacto, ese ser con el que experimentar) para toda mi familia... Tuve algunas cosas fáciles... y algunas otras no tanto... Podría haber conseguido más cosas (muchas más diría mi madre, pero ya sabéis como son las madres)... Es posible... Pero el secreto no está en conseguir demasiadas cosas (y no hablo solo de cosas materiales) sino en aprender a disfrutar lo que se tiene... Afortunadamente, hoy por hoy (que ya sabemos los vuelcos que da la vida) tengo todo lo que necesito... Y puedo respirar hondo y seguir subiendo con la tranquilidad de haber vivido muchas cosas y la ilusión de las que me quedan por vivir...

Alguien se quejaba, esta mañana, ante un pequeño problema “Siempre tengo que tener algo en la cabeza!!!” y yo, con mi modo reflexión, que tengo hoy, pensaba... La vida es ir saltando escollos, resolviendo puzzles, derribando problemas... Yo siempre quiero tener algo en la cabeza, algo que me empuje a superarme, que me ayude a no dormirme... Si hoy tuviera que pedir un deseo (estoy esperando a Bim pa soplar las velas) este sería: Tener la dosis justa de dolor, tristeza y las lágrimas estrictamente necesarias que me hagan valorar (mucho más) los momentos de placer, alegría y las risas...

Y dejándonos de filosofías baratas... Acaba de llegar Bimbolla... y con esa sonrisica irónica que la caracteriza me suelta... Felicidades (es la tercera o cuarta vez que me felicita hoy jajajaj) ¿Estas contenta? Deberías estarlo... no todos los años se la hincan a una en su cumple jajajjajaja Que graciosica es la niña...

¡¡Qué disparate!! Esta poetisa de medio pelo!!!