Kuna Yala...

Nos venían a buscar en 4x4, el transporte habitual de los nativos Kunas que se desplazan de sus islas a la capital y viceversa (la mayoría de turistas suelen coger una avioneta)… Nos metieron en la parte de atrás de un pick up a los 5, a presión, con dos personas más y un montón de maletas (En ese trayecto aprendí un concepto diferente del espacio) Nos esperaban tres largas horas de camino hasta llegar al embarcadero… y pa darle emoción al asunto se nos pinchó una rueda… No pasa na… to el mundo abajo!!!… Cuando empezó a bajar gente del coche yo creía que aquello era el bolso de Mary Poppins… En un coche que aquí en Europa sería de 5 plazas, allí conté 11 adultos y dos niños… No jugarían al Tetris pero encajaban gente que daba gusto… Eso sí, rápidamente sacaron el machete e instalaron su triángulo en la carretera pa alertar al resto de conductores…

Después nos cambiaron de coche y nos las tuvimos que apañar con tres plazas para los 5… El camino empeoraba por momentos y no había manera de controlar al niño que con seis años no paraba ni un momento… pero como dicen que la música amansa a las fieras, y yo tuve mi época de canguro, empecé enseñándole canciones infantiles pa acabar improvisando un rap chapucero porque el niño quería ser rapero jajajaja Yo creo que acabaron las tres Kunas el conductor y otro hombre que nos tocaron de compis de viaje con dolor de cabeza… Pero se descojonaron un rato… Y mientras mi voz “melodiosa” jjajaja amenizaba el viaje, atravesamos un cacho de selva, cruzamos un río con el coche, nos metimos en un barrizal… y llegamos al embarcadero…

Una vez allí otra hora y pico en barca hasta el paraíso…

Unos 100x50 metros… Sin agua… sin luz (na más que para el micro-chiringuitoy con placas solares) con un baño que se reducía a un WC mugriento entre cuatro paredes de palos y con cisterna manual (a cubos) y sin ducha…

Esta fue nuestra casa durante dos días y medio…

Disfrutamos como enanas con paisajes y cambios de luz impresionantes… Con sol, nubarrones negros y tormentas (era la época de lluvias) Casi no se notó que el poco agua que tocó nuestro cuerpo fue la del Mar Caribe que por cierto era una pasada…

Teníamos vecinos por supuesto… 8 jovenzuelos israelíes algo impertinentes que tenían hasta el gorro a los pobres indígenas, una chica (francesa) y tres chicos (uno alemán y los otros no sé) que viajaban solos y se habían unido a mitad de viaje… y cuando se fueron los jovenzuelos llegó una pareja de españoles que estaban temporalmente viviendo en Panamá… es lo único que yo saqué en claro porque se pasaban el día encerrados en su cabaña y cada vez que pasábamos por delante de ella solo se escuchaban los gemidos propios de la “faena”… Solo salían a comer y pegarse un bañito… Eso sí que fue el paraíso pa ellos…

Creo que de allí es de dónde tenemos las mejores fotos… Os dejo algunas…



La siguiente se la he "robao" a Bimbolla porque me encanta...