“Malos pelos”...

Hasta el gorro ya, de no poder peinarme (como si lo hubiera hecho alguna vez), de llevar las canas al viento (que parece que no, pero me estoy convirtiendo, poco a poco, en una abuelica) y, harta especialmente de que me llamaran “malos pelos” decidí que ya no podía esperar a llegar a Murcia y que la Tijeras arreglara el entuerto, y me planté en la peluquería que me recomendó Bimbolla buscando a “Gustava” (su peluquera en exclusiva, no deja que nadie más le toque el pelo)

Gustava, muy amable ella, me acomodó en un sillón y empezó su sesión con el tanteo...

Gustava: A ver... qué quieres que te haga?
Yo: (Qué directa la tía, así sin preliminares ni na jajajjajaj) Tintar y cortar... pero yo tengo dos problemas... Uno soy un desastre pa peinarme, y dos llevo moto (y casco) A ver qué milagro me haces
Gustava: Los milagros a Lourdes!!!
Yo: Vaya... Gracias!!!! jajajajaja
Gustava: Algo haremos... ¿Qué color te pongo?
Yo: Pues yo... siempre que me lo tinto (menos cuando era adolescente perdía que llevé el pelo azul, rojo y de tonalidades varias) me lo pongo de mi color natural (vamos, castaño oscuro)
Gustava: Ahhh! No!!!
Yo: (¡¡Coño que susto!!) ¿No? ¿Por qué? (“Marrrrdita” la hora en qué pregunté)
Gustava: Porque tú tienes los rasgos duros (¿Comorrr?), te pasa como a mí, y con los rasgos tan duros y los ojos saltones (¿Qué!!!!!?) el pelo oscuro te los resalta más...
Yo: (Con voz apenas audible)..... Tú más....... (Cagüentoloquesemenea tú sí que te pareces a la rana Gustavo, lo tuyo si que es poner el ojo encima, literalmente... Grrrr y encima querrá que le pague por insultarme)
Gustava: (A su bola) Yo te pondría más bien un doradito (Eso, tú ponme rubia platino, jodía... Ay! Pero dónde me he metido!!! Y cómo salgo de aquí?) Eso te va a suavizar mucho los rasgos...
Yo: ¿Un doradito? Yo es que... no me veo rubia ¿eh?
Gustava: Que no mujer que no es rubia, solo son unos reflejitos por aquí y por allá...
Yo: Enséñame una muestra (con un par)
Gustava: Mira... (Y abre un muestrario) Sería algo así o así...
Yo: Ah bueno... esto es otra cosa, que yo ya me estaba viendo rubia y con estas cejas negras pues no (no como tú que las vas luciendo así, en contraste máximo) Vale... probemos con uno de esos...
Gustava: Ahora vuelvo...

Y volvió... y me plantó un tinte que así, con to el pringue en la cabeza, yo veía amarillo... Amarillo canario, pa más señas, y me dejó allí más de una hora comiéndome el coco con el resultado del experimento... “Este color tan amarillo solo puede derivar en rubio, lamadrequelaparió, que al final me la ha pegao y me voy a tener que comprar una peluca o afeitarme la cabeza... Como me deje rubia le muerdo!!... pero es que como me deje pelirroja... la mato!!!”

Así hasta que vino una señora muy fina y delicada a lavarme la cabeza, que casi me descoyunta el cuello y pude ver el resultado de la operación... Algo más claro... pero no rubio Uffffff menos mal... Luego vino el corte... algo distinto, la verdad es que la chica te pone a parir pero luego te arregla la imagen (aunque sin milagritos) y la despedida...

Gustava: La próxima vez que vengas te voy a dejar las cejas con una forma superchula...
Yo: Vale... (Será si hay próxima vez... hay que joderse!!!)

Esta debería darte con las vueltas un vale pa un psicólogo, porque se cree que dejándome estupenda se me va a olvidar que me ha dicho “rasgosduros”,”ojossaltones” y “cejijunta” (o “uniceja” como decimos en mi tierra), amos hombre!!!