"Nuevo Veranillo" (II)

A la media hora de estar allí, el Cabecilla se sienta a mi lado y me dice…

C: El Gordo se ha enamorado…
Yo: ¿Quién?
C: El Gordo. Ese de ahí… Dice que eres muy guapa…
Yo: Jajajaj ¿De mi? Jjaajaja Oye… ¿y no ha ido el Gordo al oculista?
C: ¿Qué?
Yo: Na, na… Pero hombre cómo se va a enamorar si no llevo ni media hora aquí…
C: No sé…

En un momento el Gordo desaparece y yo respiro porque aquel Celestino de 1,90cm y pistola al cinto, me estaba poniendo un poquico atacá… en esto me llega E y me dice…

E: Oye Izel, que me ha dicho el Gordo que si allí son todas como tú se va pa España… jajajaja
Bimbolla: Jajajajaj juuuasss juuuaaaassss
Yo: jajajaja (tragando saliva, cagándome en tó y fulminando a Bimbolla con la mirada)

Mientras él no estaba, nos dedicamos a otras conversaciones, incluyendo los precios de los billetes de avión hasta allí, hablando de los sueldos de cada sitio, etc… Y de nuevo apareció el Gordo… y el celestino espontáneo, en cuanto lo ve le grita:

C: Gordo!!! Ya te averigüé el precio del pasaje… pero va a ser mucho pa ti… Bueno, da igual… ven a sentarte aquí (y le ofrece su silla que estaba a mi lado)
G: Ya voy… (Sentándose)
C: No te preocupes que ya le he hablado de tus sentimientos…
Yo: Serás cabroncete!!! (Mientras pensaba “como le de a este por lanzarse a mi cuello la liamos”)
C: Jajajaja (mi cara debía ser un poema mientras todos los demás se descojonaban)

Fue en ese momento cuando yo, que no estoy acostumbrada a estas cosas, y me da un montón de vergüenza, me volví muda (Sí, muda yo!!! Jajaj) Pero tengo que reconocer que el chico, por suerte pa mí, era bastante tímido y apenas me dirigió un par de frases que fueron contestadas con una sonrisa amable y un monosílabo… Y, sin darme casi cuenta, desapareció pa no volver…

Mientras, el Tímido se fue animando con la cerveza y, de no abrir la boca, pasó a hablar sin parar, cada vez más ininteligiblemente con cada cerveza que se tomaba… Aquello debía ir así en proporción de 1 a 4, cada una que me tomaba yo (que me bebí 5 sin estar acostumbrá a beber nada) ellos debían tomarse 4 por lo menos….

Este me partió el alma porque se empeñó en que me sentara en un taburete determinado y yo no entendía ese empeño… Hasta que con la lengua de trapo de la cerveza me explicó que él había comprado esas sillas para las visitas y que le haría mucha ilusión que me sentara ahí… Cómo no iba a complacerlo!!!… Una vez que me senté se acercó y me dijo, con toda la sencillez del mundo, te haría una foto… pero no tengo cámara…

Luego nos sacó a Bimbolla y a mí una especie de aperitivo de pescado (creo que lo llaman ceviche) y sonreía sin parar mientras nosotras nos lo comíamos tan a gusto…y él no quiso quitarnos ni un poquito por más que le dijimos que comiera con nosotras…