El reto...

Este fin de semana hemos estado en una casita rural... Excursiones, muchas risas, mucho cachondeo y como aliciente para la habitual partida de dados un remojón en el pilón del pueblo para la que perdiera...

Bimbolla, a mitad de una partida e intuyendo cercano su remojón, salió de la casa a comprobar el estado del agua dónde probablemente acabaría... Yo salí detrás... y en dos segundos nos vimos rodeadas por 8 o 10 miembros autóctonos del pueblo que volvían de su paseo vespertino...

Verme y empezar a disparar un montón de preguntas metralleta fue todo una misma cosa... “Cuantos sois, de dónde venís, sois todo chicas, os gusta el pueblo, no salís de excursión... bla bla bla” Y yo me defendía cómo podía...

Cuando me di cuenta, Bimbolla estaba en peor situación que yo... La estaban invitando a darse un remojón... ella empezó aguantando el tipo... “El agua está sucia” (Era mentira, era agua limpia de la sierra) “Bueno, es el suelo, que esta lleno de cosas verdes y bichos” El abuelo argumentaba que estaba muy limpia (y tenía razón)... De pronto la veo quitarse un zapato y el calcetín, remangarse el pantalón y meter una pierna hasta la rodilla... Mientras l@s abuel@s la jaleaban sin parar... pero no pasó de ahí... Y no se le ocurrió otra cosa, con esa chulería madrileña que la caracteriza, que retar a los 15 abuelo del pueblo (no había más)... “Si ustedes limpian el pilón, yo me meto” Jajajaja Bocazas!!... Un abuelo salió disparado a por una escoba mientras otro casi se provoca una hernia discal tratando de levantar el bloque de piedra que tapaba el desagüe... y en menos de cinco minutos estaban manos a la obra... A ella le empezó a entrar el pánico y no sabía por dónde salir mientras nosotras nos descojonábamos viendo en el lío en el que se había metido...

Solo una abuela salió en su ayuda... decía que hacía frío y que no debería hacerlo... Pero el resto nos dijo que se ponía de su parte porque tenía un hijo soltero y la había fichado para él... Noticia que a Bimbolla hizo que los ojos se le salieran de las órbitas y huyera hacia el interior de la casa...

La cita quedó para el día siguiente a la 13:30 cuando el pilón se hubiera llenado de nuevo y los abuelos volvieran de su misa...

Bimbolla, refugiada en la casa nos decía... “Me largo, aprovechando la noche me escapo del pueblo... Ays... Me quieren tirar al pilón” Y nosotras le decíamos que tenía que cumplir su promesa y si no, que no hubiera vacilado tanto... Y nos partíamos de su cara de circunstancias...

Al día siguiente... No quería salir a la calle y cuando lo hizo los abuelos le decían “Estás preparada?”. Ella quería desaparecer... Perol al final, le perdonaron el remojón no sin antes hacerla prometer que volvería en verano y que entonces no se escaparía...