Las diabólicas...

A Bimbolla le debían un regalo... y aprovecharon el otro día para dárselo... En realidad eran varios, pero hubo uno que me llenó de terror... tanto... que no pude evitar soltar (con la habitual falta de formas que me caracteriza en ciertas ocasiones) ¡¡¡¡¿¿¿¿¿Dónde piensas colocar eso????!!!! Se trataba de este terrorífico precioso cuadro...

Estas dos monadas con los ojos vueltos hacia atrás (una) y mirada asesina (la otra) tendrían que “adornar” su casa y velar nuestras plácidas noches...

Yo, odio las películas de miedo... no me gustan na... soy una cobarde que no cree que la sábana de la cama sea un refugio seguro (como la mayoría de la gente piensa) Y prefiero evitar todo lo que huela a miedo y sangre... Si vi “El sexto sentido” con las manos en la cara toda la peli...

Ella, orgullosa de su cuadro (creo), lo puso sobre el mueble del salón, apoyado en la pared, justo en el sitio de paso hacia la cocina... Cómo pa tener sed por la noche... y allí pasaron la primera noche, sin novedad... Pero la segunda, harta de sobresaltarme cada vez que pasaba por su lado, y en un descuido de Bimbolla, le di la vuelta al cuadro y lo puse de cara a la pared... Maldita la hora en que lo hice...

Yo no suelo tener pesadillas, es bastante raro y no las tenía ni cuando era pequeña... pero esa noche fatídica... me desperté a las 3 de la mañana con la respiración agitada, muerta de miedo y una voz resonando en mi cabeza que cantaba una canción de esas típicas que cantan las niñas diabólicas en las pelis de terror... No sabía dónde meterme y me hice un refugio entre el brazo y el costado de Bimbolla que roncaba tranquilamente... Y al rato volví a quedarme dormida diciendo “solo es un cuadro, solo es un cuadro, so lo es uuun cuaaadro... ZZZZZ”

Me volví a despertar a las 5, más o menos, y creí que era de día porque vi luz en el salón. Maldije entre dientes porque aun no quería levantarme, pero necesitaba ir al baño... así que hice acopio de valor (la pesadilla quedaba lejos) y me levanté... La luz de la lamparilla de pie estaba encendida... “Mecaguentoloquesemenea ¿Quién coño ha encendido esa luz?” Miré a las diabólicas que seguían de cara la pared... y mi mente empezó a jugarme malas pasadas... Tenía que apagarla y me hice un escudo con la almohada y fui al rescate de la lámpara, sin perder ni un segundo de vista el dichoso cuadro y repitiéndome una y otra vez... “Mañana lo tiro, mañana lo tiro, mañana lo tiro”... La apagué y volé a la cama y me pegué tanto a Bimbolla (que seguía roncando tan feliz) que parecíamos una sola persona...

A las 7:15 me despertó el despertador, un codazo en las costillas y la voz algo histérica de Bimbolla que me preguntaba...

Bimbolla: ¿Has apagado tú la luz del salón?
Yo: Sí... ¿La habías encendido tú? Lamadrequeteparió que susto me has pegao...
Bimbolla: Es que he tenido una pesadilla y la he encendido para poder dormir...
Yo: Yo también he tenido una pesadilla... seguro que son las diabólicas
Bimbolla: ¿Quiénes son las diabólicas?
Yo: Las del cuadro... es que... ayer... le di la vuelta... me daban miedo...
Bimbolla: (muerta de risa) Creo que voy a guardarlo...

Y desde ese día han dormido dentro del canapé de la cama... es decir... justo debajo de nosotras... y desde entonces ya no tengo pesadillas pero sueño cosas tan raras como que me trasplantan un par de manos justo dónde tengo los pies (vamos que me convierto en un pulpo con 4 manos) aunque tener cuatro manos, depende pa qué, no estaría nada mal...

Si quieres adoptar un cuadro... esta es tu oportunidad... seguro que estarán mejor colgadas de tu pared que debajo de mi cama... No necesitan apenas atención y te harán una exquisita compañía en tus solitarias noches... Solo tienes que escribir a la dirección de correo indicada en este blog... yo corro con los gastos de envío...