Cosas varias...

Los sindicatos de la empresa dónde trabajo son tan, tan chulos que sólo a ellos les ocurre convocar huelga todos los puentes del año, con el fin de que la gente, a la que no le den el día de puente libre, se pueda ir de juerga, sin que les caiga encima una falta… Yo tengo serias dudas sobre este método, que a nivel personal tiene sus ventajas, pero que no consigue nada como colectivo de trabajadores si lo que pretenden es algo más que días extras de vacaciones…

Esta huelga, acompañada del complot contra mi jefe que tienen unos cuantos de mis compañeros, hizo que el viernes solo fuéramos a trabajar dos personas y el jefe… Que, por solidaridad, ya nos podrían haber mandado a casa también a nosotros… Podría haberme pasado la tarde sin hacer nada porque con uno solo de mis compañeros en la calle estar allí era mi única tarea… pero decidí lanzarme a la calle yo también como antaño, más que por trabajar, por no aburrirme, y la verdad que recordé viejos tiempos y comprobé que no estaba tan desentrenada como pensaba… La verdad es que me gusta más la calle, el contacto con la gente, las anécdotas… que el trabajo aburrido en la oficina, tengo que reconocerlo, aunque este último tenga más ventajas…

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He tenido visita este finde y apenas he parado… justo este fin de semana que ha hecho un frió en Madrid de miedo, he pasado en la calle horas y horas haciendo de guía (a pesar de que mis servicios como ídem son pésimos) He echado un montón de menos el sofá y la mantica y esta tarde me la pienso pasar tirada sin hacer nada…

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Reconozco que parezco un plumero… en cuanto me crece un poco el pelo, que suelo llevar cortito, se me pone horroroso sin remedio y podrían utilizar mi cabeza para limpiar el polvo, eso es también producto de que soy un desastre y no me peino casi nunca… pero ese no es motivo para que a mi querida Bimbolla le de por experimentar como peluquera y me engomine la cabeza y me haga un peinado, con la raya en el lado, que más bien parecía el del empollón de la clase con gafitas incluidas, la noche de fin de curso que yo misma… y todo eso justo la noche que vamos a cenar a Chueca… “Vas muy guapa” me decía “Tú lo que no quieres es que se me acerque nadie y te has buscado sutilmente un método muy eficaz” y la muy petarda se descojonaba acompañada de la gente con la que íbamos…