La bollera que no pudo ser...

Hoy leyendo un post de Meli me he acordado de algo que me pasó hace años...

Estaba preparando unas oposiciones y necesitaba un currillo para pagarme los “vicios”... Algo que no me ocupara demasiado tiempo y me permitiera estudiar... Una amiga me habló de una panadería-bollería (qué apropiado) en la que necesitaban una chica y a la dueña le habló de mí... No tuve que pasar ningún proceso selectivo y me planté allí pa empezar a trabajar... Y desde aquel momento me convertí en la bollera oficial del pueblo...

No era un trabajo demasiado complicado pero, para mi escasa experiencia laboral por aquella época, la caja registradora parecía una nave espacial con el montón de botones que tenía, había una cantidad increíble de tipos de pan y apenas conocía un 10% del nombre de los dulces que se hacían allí... Así que me dediqué en cuerpo y alma a aprender todo lo necesario para ser una buena bollera que una cuando se pone... se pone...

Y yo creía que iba por el buen camino... pero parece ser que solo lo creía yo... (Es lo malo de las citas laborales a ciegas)

Llegó el viernes y tras una dura semana en la que me había dejado los dientes intentando acordarme de todo (incluso estaban a punto de enseñarme la técnica de pintar las empanadillas con huevo ohhhhhhh), fui a preguntarle a la jefa la hora a la que tenía que ir el lunes...

Ella: No hace falta que vengas el lunes
Yo: ¿No? ¿Cómo que no?
Ella: No vas a seguir con nosotros (¿Vosotros? Pero si solo estás tú... que parece que tengas una multinacional)
Yo: (De piedra) ¿Por qué? ¿Tan mal lo he hecho?
Ella: (Sin mirarme a los ojos) Eres demasiado SECA y SERIA con los clientes (Eiiiin???Supongo que la primera semana es difícil sonreír y darle conversación a las marujas mientras frunces el ceño buscando en la caja registradora el puto botón del pan de 5 cereales enriquecido con nosecuantas vitaminas y enseñas el escote a sus maridos, ah no, perdón... que yo no llevaba escote)
Yo: :-O

[Supongo que no causará el mismo efecto en vosotros que el que me causó a mí o que causó en la gente que me conocía entonces, y el que causa en la gente que me conoce ahora cuando lo cuento... que suelen partirse de risa e incluso dudan de la autenticidad de la sentencia]

Me quedé muda de la sorpresa, cogí mi dinero y me largué a llorar mis penas en un banco del parque... Me sentó fatal (era joven e inexperta jajaja) ahora me hubiera descojonado en su cara porque no hay nada que se aleje más de mí que la definición de seca y seria... Me podría haber puesto cualquier excusa pero eligió la más absurda de todas... y el sentirme engañada fue lo que más me dolió...

Al poco tiempo me enteré que habían contratado a una Barbie de sonrisa encajada en las orejas... Así que sospecho que el verdadero motivo por el que me lagaron fue por la obsesión con la imagen... ahí era dónde no daba el perfil según sus cánones...

Ese día decidí que trabajaría en un sitio dónde a nadie le importara mi aspecto... y creo que lo he conseguido...

Así que sintiéndolo mucho (juas juas) no soy una buena bollera... me faltó aprender la técnica de pintar empanadillas con huevo y no hay bollera que se precie que no domine esa técnica jajajaja)

Si nos fijáramos un poquito menos en la imagen y un poquito más en las cualidades y capacidades (reales y potenciales) de la gente... Otro gallo nos cantaría... Pero, Meli... siempre existirá un sitio dónde acabemos encajando... y dónde nos valoren por lo que hacemos y no por lo que parezcamos... y si no mírame a mí... jeje...