Siempre me ha gustado el deporte... practicarlo, claro, porque por mucho que digan, eso de sentarse delante de la tele a ver el fútbol, el tenis, el atletismo, las carreras de fórmula 1... NO es deporte...
Empecé jugando al baloncesto, en el colegio... estuve un par de años... hasta que me di cuenta de que medir poco más de metro y medio no es lo más adecuado para este deporte... pueden confundirte con el balón... Y además... me cansé de llevarme codazos en la cabeza cuando saltaba a por los rebotes... porque yo era canija... pero narices le echaba...
Me aficioné al tenis, después de aquella final femenina de dobles, en los juegos olímpicos de Barcelona en la que Arantxa y Conchita (que perdieron) hicieron un despliegue de palmaditas en la espalda (y en el culo) miradas significativas y gestos cómplices... que hizo que mi gaydar (que aun no sabía que tenía) disparara todas las alarmas... y yo pensé: “Quiero ser como ellas” (pero, claro, no era en lo del tenis)
Después... he jugado al fútbol sala hasta que me vine a Madrid... pero nunca competí... siempre me ha gustado el deporte por su parte lúdica, además de los beneficios físicos que me pudiera aportar... Nunca, había ido a un gimnasio... Nunca. Esos aparatos me parecían (y me parecen) potros de tortura... además de tener una pinta de aburrir que no veas...
Pero... al llegar aquí, no coincidir en horario con el resto de las mortales (puto turno de tarde) y estar un año sin hacer na (bueno, en realidad fue porque amenazaban unos cuantos michelines con abrirse paso)... decidí apuntarme a un gimnasio...
Era un gimnasio cutre... muy cutre, pa que nos vamos a engañar... y no tenía ninguna actividad lúdica... si no contamos como lúdica pedalear como los locos, con la nariz pegá al culo sudao de tu compañer@... y claro... tampoco había clases por a mañana... así que no me quedó otra que los aparatos de tortura... Y entonces fue cuando me entro la crisis... y me dio el síndrome de “No quiero ser Schwarzenegger” Pensé que me iba a poner como aquel tío que veía todas las mañanas... que parecía Terminator pero embarazao... La verdad es que me obsesioné tanto que llegué a ser la vergüenza del gimnasio... Hasta las abuelas levantaban más peso que yo y me miraban con aire de superioridad... Señora!! No me mire así que hay partes en mi cuerpo que aun no se me han descolgao!! Me cansé muy pronto... y abandoné...
Pero me cambié de casa y encontré otro gimnasio que prometía... seguía siendo cutre pero, al menos, tenían algo más que aparatos de tortura... Cuando me dieron el horario flipé... En un alarde de combinaciones imposibles, habían cogido las palabras cardio, pump, box, tonic, power, aero, body y algunas más y las habían mezclado creando actividades pa mí indescifrables... el primer reto fue aprenderme los nombres y el segundo saber qué coño significaban... Por ejemplo, Cardio Tonic: (¿Te bebes una tónica mientras te sigue latiendo el corazón?¿Y pa esto tengo que venir al gimnasio?) o Aero Mix (Aire mezclado, joer pa eso me basta con vivir en Madrid) Pero... ¿Y el aeróbic de toda la vida?
Empecé a ir a clase y me di cuenta que era como lo de los potros de tortura... pero además me sentía como la teniente O´neill, con una tía allí gritándonos (mientras hacíamos miles de repeticiones de piernas, brazos, abdomen, etc...):
Monitora: Venga chicas!!! Una, dos, tres... ... siete y... ocho más...
Yo: Ufff
Monitora: Vamos!!! (Y a esta tía ¿No se le cansa la lengua al mismo ritmo que el resto del cuerpo? Si yo apenas puedo respirar...) Una, dos, tres... ... siete y... ocho más!!! (y ella tan fresca)
Yo: (Pensando) Mierda!! Me está dando un calambre
Monitora: uno...
Yo: puerca...
Monitora: dos...
Yo: la madre que te...
Monitora: tres...
Yo: No puedo más...
Monitora: cuatro...
Yo: No te pares Izel...
Monitora: cinco... Venga a por esas lorzas!!!
Yo: Será zorra y encima insulta...
.
.
.
Monitora: y ocho!!
Yo: Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh No vuelvo.
La verdad, es que me he ido adaptando... aunque el síndrome de Schwarzengger está presente en mi mente y sigo siendo la vergüenza del gimnasio... Los monitores, a principio de mes, siempre dicen “los que empiezan hoy coged pesas pequeñas”... y cuando me descubren...
Monitor: ¿y tú qué? ¿Vuelves a empezar este mes?
Yo (cogiendo pesas pequeñas también... después de 6 meses): Como todo el mundo ¿o es que pa mí no es día uno?
Monitor. Tendrás morro...
No es mi ideal de hacer deporte... pero de momento es lo que hay...
Pd: También patino de vez en cuando, y juego al pádel (o lo intento) cuando puedo...
Pd2: Mira!!! He aprendido a escribir Schwarzenegger
No quiero ser Schwarzenegger
miércoles, 14 de marzo de 2007Flipó Izel a las 11:29
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6 Cotilleos:
Ja, ja... Me pasa igual, siempre abandono los gimnasios. Ahora lo voy a intentar con la piscina, a ver...
jajaja. a mi si que me gusta el gimnasio y ¡no te pones como Schwarzegger! Me voy a comprar unos patines...si no me mato antes aprendiendo me los llevo a Madrid y damos unas vueltas por el Retiro.
yo no quiero ser Schwarzenegger
(pero el político, claro)...
kss
LIZZY: No, si yo aguanto... pero...
Ánimo con esa piscina...
RIPLEY: Los patines solo no, también el casco, las rodilleras, las coderas y la cinta del pelo... vamos a parecer las Barbies-patinadoras-bollo...
SINFONÍA:Coño!Yo el político tampoco!!!
Pero que dices!!!
Que vida más injusta, unas nos matamos con las pesas y el step y no hay forma de definir y otras además de no hacer ni la mitad de esfuerzo para conseguir mejores resultados, encima se quejan..grrrr
Además te lo he dicho mil millones de veces tú estas requegüenísima.
Beso.
BIMBOLLA: Y yo te he dicho millones de veces que necesitas ir a la óptica o limpiarte las gafas...
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