Un poquito más...

Perdonad que os dé un poco más la paliza con el viaje pero es que prefiero instalarme en los recuerdos de la semana pasada y no pensar que en Madrid llueve, que he empezado a currar, que ya no me quedan vacaciones, etc...

Tengo que decir que no tuve demasiado incidentes con el idioma... Hasta conseguí decir mi única frase en árabe (no tengo dinero) y me entendieron... Que mucha gente allí chapurrea un poco de castellano y que con eso y mi inglés panocho me las apañé... Cómo única anécdota idiomática diré que el último día tratábamos de llegar al centro de Amman... El guía nos dijo que con decirle al taxista “centro de ciudad” nos llevaría al mercadillo sin problemas... Pero éramos 12 personas y cogimos 3 taxis... y cada uno le dijo al taxista lo que pudo... Nosotros le soltamos ”city center” y nos miró con cara rara pero echó a andar... Cual fue nuestra sorpresa cuando lo vemos que empieza a salir de la ciudad... y la carcajada fue unánime cuando lo vimos aparcar, seguido de los otros dos taxis, en la puerta de Carrefour... Los doce descojonados intentando explicarle a los taxistas que allí no era y los tres taxistas mirándonos como si estuviéramos locos... Al final conseguimos hacernos entender y llegamos a nuestro destino...

Ha sido un viaje bastante variado... Tengo que decir que me encantó el desierto... yo debo llevar sangre beduina en mis venas o algo así (aparte de ser un poco salvaje) Me encantó rodar dunas abajo... subir montañas, ver anochecer en silencio absoluto, fumar narguile y tomar té al lado de una hoguera mientras contábamos chistes y mirábamos miles y miles de estrellas que solo se ven en un sitio como ese... Eso sin contar la excursión en jeep que más que una excursión parecía la montaña rusa de las dunas porque el beduino que nos tocó de conductor era un poco suicida... pero nos hizo pasar una tarde inolvidable... aunque mi cámara acabó llena de arena y ahora le toca una limpieza exhaustiva por parte del servicio técnico...

También me encantó el Mar Rojo... qué pena no llevar una cámara acuática... Disfruté como una enana con la sensación de ser ligera como una pluma en el Mar Muerto y llenándome de barro (curativo-rejuvenecedor) hasta las cejas, que he vuelto que parece que tengo 15 años juasssssss Una japonesa milenaria que bajaba a la playa cuando yo subía a las duchas con la cara llena de barro negro... me señalaba, mientras soltaba una carcajada, sin ningún disimulo que me hizo reír a mí también... supongo que pensando en lo que le esperaba... Y qué decir de Petra con sus piedras llenas de vetas de figuras y colores impresionantes...

Me estoy poniendo nostálgica... qué hago yo aquí con este frío si hace 4 días estaba en bañador, tomando el sol, paseando en un barquito y bañándome relajadamente en el mar... ays...