Puntos Expresivos...

El tatuaje...

domingo, 6 de abril de 2008

La memoria es caprichosa… Venía yo tranquilamente en el tren sin tener ni idea de qué iba a escribir cuando he visto una pintada que me lo recordado…

El “Candados” (el alias era de lo más parecido) era yonqui de la vieja escuela, de los de heroína y “reinoles” (que decía él) con coca cola… Tenía un historial policial de la longitud de un rollo de papel higiénico extra largo… Había cumplido varias condenas por robo y otras tantas que le quedaban por cumplir… Tenía todo el cuerpo lleno de tatuajes carcelarios, al menos todo lo que podíamos ver… Vamos, una joya… pero una joya que se hacía querer…

Cuando M y yo lo conocimos estaba siguiendo un tratamiento de Metadona que dejaba y cogía a su antojo…se le iba la pinza a ratos o se quedaba dormido a media frase; un día quería ligar con una y otro día tenía un sueño erótico con la otra; nos soltaba a bocajarro “Os invitaría a tomar algo pero que estoy en busca y captura” y se quedaba tan fresco, o nos aconsejaba en caso de que alguien quisiera robarnos que le dijéramos que éramos hermanas del Candados, siempre nos tuvo un poco mimadas… Vivimos mil cosas juntos a lo largo de seis o siete años, unas bastante duras y otras pa descojonarse, tenía una habilidad especial pa meterse en líos… Una de aquellas anécdotas… quizá la que más gracia nos hizo por lo inesperada, es la que os cuento hoy…

Trató de robar en un merendero entrando por el tejado y el techo cedió bajo sus pies… Resultado: Fractura en la base del cráneo que lo tuvo un mes y medio en la UCI de un hospital… Un susto tremendo… Su madre, que llevaba más pa´lante de lo que podía, no podía ir por las mañanas al hospital a verlo y a hablar con los médicos (lo hacía por la tarde) así que M y yo nos ofrecimos para hacerlo por la mañana y luego la llamábamos pa contárselo… El primer mes estaba sedado… así que hablábamos con los médicos y entrábamos a verlo con las batas, las pantuflas, el gorro y la mascarilla, y le cogíamos la mano aunque dudo que se enterara de que estábamos allí… Y volvíamos locas a las enfermeras que no sabían si éramos las hermanas, las primas, las amigas o las novias, cada día le decíamos algo diferente…

Voy a centrarme, que me voy del tema… Aquel día era domingo, el único día que coincidíamos con su madre y su hija en el hospital. Él ya estaba consciente, empezaba a levantarse a ratos y se sentaba en un sillón… Solo podían entrar dos personas así que entró M con la madre a darle la comida mientras yo miraba por la ventanita y le contaba a su hija, que es ciega, lo que hacían… Después, para el postre, entramos la niña y yo… Llevaba únicamente un pantalón de pijama del hospital con el cordón suelto, así que el pantalón se le había resbalado hacia abajo dejando un poco del vello púbico al aire… Vi el tatuaje pero me contuve… Eran dos frases una encima de otra, justo sobre el vello púbico, con letras lo suficientemente grandes para que pudiera leerlas desde dónde estaba, flan y cuchara en mano, pero me pareció demasiado descaro ponerme a leer así, con mi hipermetropía que me obligaba a fruncir el ceño al hacerlo, en su cara… Así que miré a M, que estaba detrás de la ventanita, con cara interrogante… Pero ella no pudo sacarme de dudas… y se limito a sonreírme…

Mi espíritu cotilla curiosidad pudo más que mi prudencia y mientras hablábamos, de todo un poco, bajé la vista, fruncí el ceño y leí… Los ojos se me abrieron como platos… Agradecí a todas las diosas del Olimpo que su hija fuese ciega (la madre ya estaba curada de espanto) y miré a M que debió percibir mi cara de pasmada y me interrogó con la mirada… Pensé en lo que las enfermeras debían haberse reído y lamenté haberles dicho que era su novia en alguna ocasión…

Guardé la compostura hasta que nos despedimos de ellas y en cuanto se fueron:

Yo: ¿¿¿¿Lo has leído???? Qué fuerte!!!
M: No, me ha dado corte mirar fijamente ¿Qué ponía que me mirabas con esa cara?
Yo: Pero cómo no has podido leerlo!!! Ya decía yo que estabas tan tranquila…
M: Corta el rollo y cuenta!!!
Yo: Decía… “J, toda esta polla es para tu coño” (No ponía J, ponía el nombre entero)
M: Qué???!!!
Las dos: Jajajajaja jajajajjaa juuuuasssss jajajajaj

J era la madre de su hija, a la que odiaba profundamente… Todavía nos descojonamos al acordarnos de aquella ironía… En qué momento se le ocurriría ponerse aquello...

Con el ajetreo del trabajo dejamos de vernos poco a poco hasta que le perdí la pista… pero hace unos meses me encontré a la niña (que ya tiene veintitantos) por la calle después de un abrazo en el que casi me estrangula, es el doble de alta y de ancha que yo, me dijo que su padre y su abuela estaban bien… Me alegré un montón de verla a ella y de saber de ellos… No sé si nosotras le ayudamos en algo pero lo que sí sé es que ellos nos enseñaron un montón de cosas…

21 Cotilleos:

pikaia dijo...

tierna... divertida... "la polla"! (que dirían algun@s... -perdón... se me ha escapau...-). Siempre un regalo leer tus post...

un abrazo y a empezar bien la semana!!!

Sandra Sánchez dijo...

jajaja Izel menos mal que no coincidías con el nombre de J... jaja...
Siempre se aprende de las personas ya sabes si no en el peor de los casos siempre sirven de mal ejemplo...
Me he reído contigo, como siempre.
Gracias por compartirlo Izel.

eFi dijo...

Excelente! me agradó mucho leer esta anécdota de vida ... de tu vida, de la de M y de la de "Candados".

Es que somos parte de quienes nos rodean y nos quedamos con partes de ellos...

...somos energía que se combina con la de los demás!!!

Besos del Sur, otoñal.

Anónimo dijo...

Yo me he quedado un poco estupefacta, aún no he salido de mi asombro. He de reconocer que al principio he pensado que podría tratarse de una broma...

Anónimo dijo...

Sospecho que se le ocurrió en un lapsus etilicus no pensantis...

En los locales deberían de disuadir a los clientes de hacer semejante atrocidad, no solo ponerse el nombre de alguien más...pero con todo ese mensaje, pues peor...

dintel dijo...

Tu anécdota sería un excelente cuento. Me ha gustado mucho.

Tawaki dijo...

Pues claro que les ayudásteis. Son muy pocos los que visitan a un enfermo y menos aún si éste está en busca y captura.

En cuanto a los tatuajes,eso es lo que tienen, que luego no valen arrepentirse.

Besos.

leyar dijo...

Me intriga saber como lo conocisteis...se confirma lo que mucha gente dice, que este tipo de personas para la gente que les importa son todo lo contrario a lo que son día a día. Por supuesto que lo ayudasteis cualquiera no va al hospital a dirio eso seguro, puede que vaya uno o dos días pero no a diarío. Vosotras dos grandes tías y el un afortunado.
Besos

Karmen dijo...

Yo también tuve un Candados en mi vida,durante el tiempo que lo conoci,aprendi a ser mas humana aún.
Todavia lo veo de vez en cuando.El a su bola como siempre.
Besos

helen dijo...

jajajajajaja... si es que se ve cá cosa jejeje
besiños

Hei Jei dijo...

jajajajaja
eso me recuerda a una amiga que se escribió a rotulador en los pechos unos mensajes "amorosos" y de camino a ver a su amada tuvo un percance y acabó en el hospital... supongo que el médico que la atendió todavía se tiene que acordar de ella y sus mensajes.

xDDDD

Ripley dijo...

Precioso post sobre una preciosa y tierna historia, todo lo demás que pudiera poner ya lo han hecho quienes me han precedido al comentarte. un beso

Anónimo dijo...

Seguro que les ayudásteis muchísimo, sobre todo a la madre de él. Pobrecilla, lo que debió pasar... También a su niña, que salió adelante.
Como dijeron Pikaia y Pulga C. hubiera sido la polla llamarte Juana o Jenara.
Dabe ser terrible que te vayan a operar de apendicitis, por ejemplo, y te encuentren una inscripción semejante en la zona suprapúbica, aunque el Candados ya debe estar de vuelta de todo eso despues de haber sobrevivido al devastador caballo.

Calimero dijo...

Seguro que él también guarda buen recuerdo vuestro y seguro que le ayudastéis. Me he divertido mucho leyendo este post que es a la vez muy tierno.
Besos

Blasfuemia dijo...

Me ha traído muchos recuerdos este post. Y me ha encantado, lo que cuentas, cómo lo cuentas y hasta el tatuaje del candados... (un ejemplo mas de la condena que suponen ciertos tatuajes)

Anónimo dijo...

Tu mi niña para escribitr un libro, tus anecdotas no solo me hacen reir si no tambien pensar mucho. Es bueno dejar volar la imaginacion de vez en cuando.
Un beso y gracias por visitar mi territorio salvaje.

Blau dijo...

Izel, que bueno jajaja adivina donde estuve desde el viernes??? lero lero lerooooo

Besossss, bimboo para ti tb.

Pilar_Cordoba dijo...

Joer que tio ¿a quien se le ocurre tatuarse eso? Por lo demás, bonita historia; de la gente se aprende mucho, si señor, y de las personas débiles aún más. Se ve que sois las dos unos buenos "trozos de pan" por ayudar a los demás. jejeje
Besos a las 2

paula dijo...

izel, creo que estoy perdiendo el poco juicio que me queda, ya no se distinguir entre realidad y ficción. Almodovar debería pasarse por tu blog. Dicen por shí que no hay nada más fantástico que la realidad...

besos

Izel dijo...

Ante todo aclarar que yo de santateresitadelñiñojesú tengo más bien poco o na... seguramente él me ayudó bastante más a mí que yo a él...

Pikaia... gracias... aue tú también la empieces bien...

Pulgacroft... jajajaja Muy bueno lo del mal ejemplo...

Efi... "energía que combina" y algunas combinaciones salen explosivas jajajaja

Paseante... Tan real como la vida misma... jajaja eso mismo me pasó a mí cuando leí... me quedé estupefacta...

Karen... Me temo que en la cárcel no se andan con muchos miramientos a la hora de tatuar...

Dintel... Me alegro de que te gustara pero en este caso creo que la realidad superó a la ficción...

Tawaki... Eso espero... creo que fue en ese momento cuando decidí que nunca me tatuaría...

Leyar... Tienes razón, son totalemte diferentes con la gente a la que quieren... pero en eso no se diferencian mucho del resto de la humanidad...

Meli... Espero que tu experincia fuera tan gratificante como la mía...

Helen... jajaja pos sí jamía...

Jei... jajajaja Ser médico o enfermera tiene que ser una experiencia única... y no solo por salvar vidas sino por las anécdotas que pueden contar...

Pauline... Gracias guapa...

Plácida... Creo que, al que es capaz de tatuarse eso, le da exactamente igual quién se lo vea...

Calimero... Eso espero...

Blausfemia... No me puedo creer que te haya gustado el tatuaje jajajajaj debes ser la única jajaja

Wildearth... Un placer visitarte y encantá de hacerte reír y pensar jeje

Blau... ya te has vuelto a escapar sin mí joía...

Desplazados al paraiso... No sé yo si somos trozos de pan o "chuscos" duros jejeje

Mariasimona... Tienes razón la realidad es fantástica y regala situaciones como estas...

Maria Rosa dijo...

Muy buen relato... nos has mostrado más de tu lado tiernito.. ja, ja...

Y "El candados" como la realidad... nada ni nadie es totalmente bueno ni totalmente malo...