La entrenadora de Rambo...

Y llego el día después del primer día de gimnasio, sorprendentemente, no tenía agujetas (yo sé de una que dirá que casi no me moví) solo un agudo dolor en ciertas partes de mi cuerpo cada vez que me sentaba por culpa del sillín (pensé en quitárselo pero no era muy decoroso jajaja) de la bici de spinning…

Así que más animada le propuse a Bimbolla volver ese mismo día… En teoría yo tenía una entrevista con un monitor para ver qué tipo de ejercicio me iba mejor… el chico nos fue explicando el funcionamiento de los potros de tortura aquellos mientras nos iba mandando tablas de ejercicios para que fuéramos haciendo… Yo le dije que yo quería un tipo de ejercicio para ser más alta, más guapa, más lista y con menos pancita… y él (no me dijo que los milagros se piden en Lourdes, pero me consta que lo pensó) se hizo un poco el loco…

Así que allí empezamos las dos a darle a las maquinitas al grito de “Lorzas fuera!!!” que nos hacía descojonarnos y perder la fuerza… cuando de repente un espíritu maligno se apoderó de Bimbolla y convirtió una sesión divertida en un puñetero infierno… Yo creía que estaba haciendo ejercicio con el entrenador de Rambo, o con el jodío comandante de la teniente O`Neil… porque si el monitor venía y decía…

Monitor: Vale chicas… ahora vamos a por las abdominales, se hacen así bla bla bla y asao bla bla bla… Hacéis dos series de 15 de cada clase y luego me buscáis… (y se marchaba)
Bimbolla: De eso nada, dos series son muy pocas… vamos a hacer tres…
Yo: Qué?!!! Oye, que es mi segundo día... no te pases…
Bimbolla: Tú quieres quitarte las lorzas no?
Yo: sí, pero…
Bimbolla: pues lo dicho, tres series y no se hable más… Una, dos, tres…

Yo seguía renegando pero se aprovechaba porque yo en la sexta abdominal de la primera serie ya no tenía aliento pa protestar más y pobre de mí si me paraba…

Volvía el monitor…

Monitor: Ahora hacéis 10 o 15 minutos de bicicleta, trabajo aeróbico… y al final otros 10 o 15 de cinta…
Yo: Yo es que en la cinta me siento como el salchichón empaquetao en la caja del Carrefour tratando de huir de la bolsa
Bimbolla: Anda tira!!!
Yo: Señor, sí señor!!!
Bimbolla: Olvídate de 10 minutos, vamos a hacer como mínimo 20 en cada cosa que hemos venido a sudar la camiseta no a enseñar modelito…
Yo: Voy al servicio, que de pronto he sentido la necesidad imperiosa de raparme la cabeza…
Bimbolla: No huyas, cobarde…

Y así durante una hora y pico que estuvimos allí… fue un infierno, y, como era de esperar salí como Rambo, que no sentía las piernas (ni los brazos, ni el tronco, ni na…)

Ahora estoy tratando de vengarme… quiero que venga conmigo a una clase de iniciación de Capoeira… pero no cuela… No hay quién la convenza…